Las dunas son paisajes hermosos
de los que emana una tranquilidad y una paz confortadora. No hay nada en una
tarde de verano como pasearse por estos preciosos parajes naturales para desestresarse
y apartar los problemas del día a día. Aunque algunas personas pueden pensar
que son zonas pobres de vida en comparación con los bosques o las selvas son
espacios con una alta diversidad de flora y fauna.
Los paisajes dunares se asocian en las películas y documentales a zonas desérticas en el lejano Oriente ; no obstante, en el litoral mediterráneo y atlántico disponemos de zonas dunares dignas competidoras en belleza y valor natural .En el post de José Alejandro Adamuz titulado “7 Paisajes de dunas espectaculares en España” del blog Escapada Rural, se hace un recopilatorio de los siete espacios dunares más fascinantes en el territorio nacional describiendo sus características naturales y sociales y ;a su vez, resaltando los distintos puntos de especial interés con objeto de organizar una vista inolvidable.
En mi publicación anterior mencionaba las dunas móviles como la capa dunar con vegetación más cercana a la playa, que destaca por unas condiciones extremas ambientales y donde habitan plantas con diversas adaptaciones para protegerse como cutículas gruesas (tejido que recubre la planta).En dicho ambiente hostil destaca el papel de una planta que a simple vista parece insignificante porque no posee flores vistosas, hojas llamativas ni frutos voluminoso ,esta especies es el barrón (Ammohila arenaria). No obstante, es una especie clave en la fijación edáfica (arena) del primer frente dunar. Además, esta especie es diagnóstico dominante de una hábitat de interés comunitario (“Dunas móviles de litoral con Ammophila arenaria (dunas blancas)”; y por ende, susceptible de conservar y proteger para mantener la biodiversidad.
La especie es una gramínea de
tamaño mediano que mantiene sus sistemas
subterráneos siempre a la misma profundidad y que destaca por la presencia de
estolones que son brotes laterales que dan origen a nuevas plantas lo que
facilita la supervivencia en condiciones adversas. Se puede diferenciar de
otras gramíneas de las dunas por tener una lígula de notable tamaño y
fácilmente visible. Por otra parte, la especie no está incluida en la categoría
de amenaza según la UICN (la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza)
Lígula de planta
El barrón por su capacidad de fijación de la arena es empleado en la restauración de las dunas. En la Albufera debido a la perdida de la mayoría de su superficie dunar a finales de la década de los 60 y principios de los 70 el barrón ha sido un recurrente aliado para la restauración del litoral valenciano. Desde la oficina técnica la Oficina Técnica Devesa-Albufera( ODTA) han facilitado la expansión de dicha especie mediante la plantación y restauración de las dunas del saler. Para ello han realizado los siguientes pasos:
1 La restauración de la morfología dunar mediante la acumulación mecánica de la arena.
2.Estabilización de este depósito mediante las empalizadas de espartina y la plantación de especies dunares.
3. Adecuación del área restaurada para uso público, cerrando temporalmente el área restaurada y mediante amplias campañas de información y educación ambiental explicando al ciudadano el motivo y finalidad de las actuaciones.
A pesar de los distintos métodos de reintroducción de la vegetación dunar y de tratamientos para mejorar la fertilidad y estabilidad se ha comprobado que la colonización natural a pesar de ser más lenta obtiene como resultado una mayor biodiversidad. Esta es una evidencia de la capacidad intrínseca que tiene los ecosistemas para la recuperación de manera natural en contra de la actuación desmesurada humana para la restauración ambiental.
Restauración dunas (Fuente: Albufera.com)
Dos años después de un proceso de restauración (Fuente: Albufera.com)
Por último me gustaría instar al respeto a los hábitats dunares evitando el tránsito dentro los espacios vallados ya que muchas especies como el barrón que tiene raíces quebradizas y sensibles al pisoteo pueden ser dañadas y; consecuentemente, estos ecosistemas que forman parte de nuestro querido patrimonio natural.
La
albufera de Valencia es fuente de recuerdos inolvidables instalados en mi memoria,
lugar ignoto donde sentíamos que el día
transcurría en un segundo con los juegos, baños, paseos y sonrisas
interminables en aquellas tardes cálidas de veranos. Sin embargo, ya de adulto
la fascinación y la admiración prosigue al comprender el valor natural de dicho
espacio a escasos minutos de Valencia.
La albufera de Valencia sufrió un proyecto urbanístico a finales de la década de 1960 y principios de los 70 en el que el medio natural fue alterado siendo el complejo dunar uno de los mayores damnificados siendo destruido casi en su totalidad para la construcción de un paseo marítimo, aparcamientos viales, urbanizaciones y todas las infraestructuras necesarias para dar servicio a estas. No obstante, dos dunas sobrevivieron al impacto humano la Duna de Pujol (”Muntanjar de Pujol”) y la Duna de la Rambla (“Muntanjar de la Rambla”).
Panel informativo
Hace unos días paseando por la duna de Pujol y contemplando el atardecer, con los últimos rayos de sol vislumbrándose en el horizonte, puede comprobar que en algunas zonas del cercó del complejo dunar (el “tancat del Pujol”) vallado en la década de 1980 para mantener y conservar este sistema vulnerable, tenía roturas que facilitaban el acceso a dicha duna con su consiguiente deterioro por las pisadas. Dicho suceso me hizo reflexionar sobre la importancia de estos ecosistemas y la necesidad de preservarlos. En el complejo dunar se distribuyen las especies en relación al gradiente de tolerancia (de mayor a menor severidad respecto la playa) de diversos factores ambientales como la salinidad, radiación solar, sequedad viento etc. En la imagen podemos observar plantas del primer frente dunar (psamófilas) junto a la playa, dichas plantas presentan diversas adaptaciones ya que están sometidos a un amplio conjunto de condiciones ambientales poco favorables para su establecimiento y desarrollo entre las que encontramos: alta insolación, vientos fuertes, salinidad pobreza de nutrientes baja disponibilidad de agua etc. Entre las especies que podemos observar hallamos Othantus maritimus L. (algodonosa) o Lotus creticus L. (cuernecillo de mar).
Algodonosa ( Othantus maritimus)
Cuernecillo de mar (Lotus creticus)
Al alzar la vista podemos contemplar la vegetación del sistema dunar interno o dunas fijas donde las condiciones climáticas menos extremas facilitan el desarrollo de especies de estrato arbustivo o arbóreo de plantas mediterráneas de litoral. En el estrato arbustivo habitan diversas especies entre las que encontramos: Rhamnus alaternus L. (aladierno), Pistacia lentiscus L. (lentisco), Chamaerops humilis L. (palmito), Quercus coccifera L. (coscoja), Phillyrea angustifolia L. (labiérnago), Myrtus communis L. (mirto). Entre las dunas del primer frente dunar y las dunas fijas ocupando un amplio espacio podemos observar las dunas de transición con condiciones climáticas intermedias entre las dos anteriores. Entre las especies representativas de este ambiente encontramos: Halimium halimifolium (jaguarzo), Helichyrsum stoechas (la siempreviva), Ononis natrix (pegamoscas). Por último, en el fondo de la foto podemos detectar un claro ejemplo de impacto visual; las edificaciones de diversas urbanizaciones costeras como la urbanización de la Casba.
Coscoja Quercus coccifera
Lentisco Pistacia lentiscus
Siempreviva (Helichyrsum stoechas )
Al terminar el paseo en la en la playa se me dibuja la misma sonrisa de cuando era niño admirando la tierra de Cañas y Barro y la Barraca que con el transcurso de los años continua manteniendo su magia. Espero volver pronto a este lugar que destaca por su biodiversidad y valor natural; además, de ser un espacio recomendable para el recreo y la desconexión.